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Insecticidas

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Los cultivos extensivos (cereales, maíz, remolacha, alfalfa, leguminosas,…) e intensivos (hortalizas, frutales, vid, olivo,..) son atacados por una gran variedad de insectos así como de ácaros (arañas). Los ataques de insectos y ácaros que atacan a la parte aérea de la planta (hojas, brotes y frutos) se llevan a cabo por orugas, mosca blanca, mosca, mosquitos, pulgones, trips, cochinillas, escarabajos, chinches, araña roja y araña amarilla, entre otros. Existen asimismo insectos de suelo que atacan a las raíces y al cuello de la planta como gusanos de alambre, gusanos blancos o gusanos grises. Tanto en un caso como en otro, si las poblaciones de insectos y ácaros proliferan y no son debidamente controladas pueden ocasionar graves pérdidas de cosecha, impactando negativamente en el rendimiento y en la rentabilidad de las explotaciones agrícolas. Algunos insectos (pulgones, cicadélidos, trips,…) son vectores de virus, que pueden agravar aún más la problemática. Los ataques de insectos favorecen asimismo la entrada de hongos fitopatógenos en los cultivos, Por lo tanto el control eficaz de insectos y de ácaros es fundamental para obtener calidad y cantidad de cosecha.

Los insecticidas y los acaricidas pueden ejercer su acción letal sobre uno o varios de los estados de desarrollo del insecto y del ácaro, y así se consideran ovicidas, larvicidas y adulticidas respectivamente si eliminan los huevos las larvas o los adultos.

Los insecticidas y acaricidas pueden actuar de diversas formas sobre los insectos y ácaros objetivo del tratamiento. Los insecticidas que actúan por contacto ejercen su acción letal cuando la materia activa entra en contacto directo con la plaga objetivo. Los insecticidas que actúan por ingestión, controlan los insectos cuando éstos ingieren la materia activa una vez incorporada en el sistema vascular de la planta. Los insecticidas que actúan por inhalación actúan sobre la plaga objetivo a través de su aparato respiratorio. Existen también insecticdas que actúan mediante una combinación de las formas anteriores.

También pueden clasificarse los insecticidas y acaricidas en función de su tipo de actividad. En los insecticidas sistémicos, una vez aplicado el producto y transcurrido un tiempo de acción, el producto penetra en la planta y se incorpora en su savia, llegando así a todas las partes de la misma. En algunos casos, como ocurre con los insecticidas de suelo los productos se aplican al suelo y son absorbidos por las raíces, llegando, desde éstas, hasta todas las partes de la planta, mientras que, en otros, como ocurre con los insecticidas foliares, se aplican a las hojas y, desde éstas, llegan al resto de partes de la planta. Según el producto vaya de las raíces al resto de la planta, o de las hojas al resto de la planta, la sistemia se llama respectivamente acropétala o basipétala.

Los insecticidas con actividad penetrante sólo penetran en la zona de la planta sobre la que se han aplicado. No se incorporan a la savia de la planta y, por tanto, no se traslocan a otras partes.

Los insecticidas sistémicos y penetrantes ofrecen la ventaja de ser resistentes al lavado por lluvia, por lo que una vez que ha sido realizada la aplicación y ha pasado un tiempo prudencial (normal-mente 1-2 horas) que permita que se seque la pulverización, en caso de que se produzcan precipi-taciones, el producto no será lavado.

Los insecticidas con actividad por contacto permanecen en la superficie de la planta donde son aplicados. En caso de lluvia tras su aplicación, los productos son susceptibles de ser lavados por la lluvia y, por tanto, el cultivo no estaría protegido, con lo que serái necesaria la repetición del tratamiento.

En función de la duración de su actividad los insecticidas con acción de choque actúan sobre la plaga objetivo de forma inmediata tras su aplicación y no poseen una persistencia de acción en el tiempo, a diferencia de los insecticidas con actividad residual que son capaces de ejercer un control más duradero sobre la plaga objetivo durante un periodo más largo de tiempo, lo que contribuye a evitar posibles reinfestaciones.

Según su mayor o menor grado de especificidad existen insecticidas de amplio espectro o polivalentes, los cuales son capaces de controlar varios tipos de insectos a la vez, e insecticidas espe-cíficos, que actúan sobre un grupo determinado de insectos.

La Gestión Integrada de Plagas implica la puesta en práctica de estrategias que incluyan prácticas que ayuden a minimizar el riesgo de ataques de insectos y de ácaros (técnicas culturales, monitoreos para el seguimiento de las poblaciones, técnicas de confusión sexual, etc..) así como el uso racional y sostenible de los insecticidas y acaricidas con el mejor perfil posible, mezclando o alternando insecticidas y acaricidas con diferentes mecanismo de acción para evitar la aparición de resistencias.

Actualmente el catálogo insecticida de FMC en España ofrece soluciones para poder afrontar con garantías la mayoría de problemáticas de insectos y de ácaros en una gran variedad de cultivos. En la web de FMC se pueden consultar las fichas descriptivas de los diferentes insecticidas y acaricidas, así como el apartado de soluciones de FMC donde figuran las recomendaciones de los insecticidas y acaricidas para cada una de las problemáticas. Asimismo está disponible el Catálogo Digital.

Para el control de insectos de suelo, FMC dispone del insecticida organofosforado Chas® 5G que controla los ataques de gusanos de alambre, gusanos blancos, y gusanos grises en hortalizas, fresa, algodón, maíz y remolacha.

Para el control de insectos chupadores (pulgones, mosca blanca,..) FMC cuenta con insecticidas piretroides, entre los que cabe resaltar el piretroide de última generación Fury® 100EW a base de zetacipermetrina, Audace® EC, a base de deltametrina y Karis® 10CS, a base de lambdacihalotrin. Asimismo el insecticida Vencedor® a base de pimetrozina es una interesante alternativa para el control de mosca blanca y pulgones.

Para el control de mosca del olivo y de prays en olivar Danadim® Progress, a base de una formulación estabilizada de dimetoato es el insecticida de elección.

Rufast® Avance, a base de acrinatrín, controla eficazmente trips en diversos cultivos, como hortalizas, frutales de hueso y parral de vid, aportando también un control sobre ácaros (arañas).

El insecticida de elección para el control de cochinillas dentro del catálogo de FMC es Promex®, a base de piriproxifen, que posee uso autorizado en cítricos, olivo, frutales de hueso y de pepita, vid, platanera y hortalizas (tomate y berenjena).

Existen diversas especies de orugas (lepidópteros) que causan daños en numerosos cultivos. Para el control de orugas el catálogo de FMC combina productos como Epsilon® a base de Bacillus thuringiensis var. kurstaki, que pueden utilizarse en la Agricultura Ecológica, con la innovadora familia de las diamidas antranílicas, Dentro de esta familia se encuentran insecticidas como Altacor® y Coragen® que han supuesto un paso adelante en el control eficaz de orugas en una gran variedad de cultivos (hortalizas, maíz, algodón, cítricos, frutales, vid, uva de mesa,….). Además de su excelente nivel de eficacia, de su reducido riesgo para el usuario y el consumidor (no tienen establecida dosis aguda de referencia) y de su perfil respetuoso con la fauna auxiliar, estos novedosos insecticidas aportan un nuevo mecanismo de acción actuando sobre las células musculares en los insectos sensibles, a diferencia de la mayoría de insecticidas disponibles, que suelen actuar sobre el sistema nervioso de los insectos objetivo. Por ello Altacor® y Coragen® son alternativas de elección para preservar la eficacia de las estrategias de tratamientos y evitar la aparición de resistencias. Indoxacarb es otra molécula insecticida de FMC que aporta valor. Pertenece a la familia química de las oxadiacinas. Los formulados existentes (Steward® 30WG, Explicit® 150EC y Avaunt® 150EC) encajan muy bien en estrategias con Altacor® y Coragen® en los cultivos con uso autorizado, al poseer distinto mecanismo de acción.

Para el control de ácaros (araña) FMC dispone del acaricidas Calex® Evo, a base de abamectina, con uso autorizado en hortalizas, fresa, frutales de pepita y de hueso, vid y uva de mesa. Perfil®, a base de hexitiazox, es otro de los acaricidas de FMC, y posee uso autorizado en hortalizas (cucurbitáceas), fresal, frambueso, maíz, cítricos, frutales, vid y algodón. Rufast® Avance, además del control de trips, resulta eficaz contra ácaros en hortalizas, algodón, frutales de hueso y parral de vid.