Las hembras ponen los huevos individualmente o en pequeños grupos en las hojas o en los tubérculos, emergiendo en 3-6 días.
La fecundidad media es de 150-200 huevos. Hojas y tubérculos son dañados por las orguas, que minan hojas y tallos, realizando túneles en los tubérculos, que llenan de excrementos.
El daño puede ser importante también en tomate, minando hojas, tallos y frutos.
Después de 15 a 20 días, las larvas pupan en capullos escondidos en distintos refugios (sacos de patatas, paredes, etc).
Pasa el invierno como huevo, oruga o adulto.
El desarrollo y las generaciones se suceden durante el ciclo con temperaturas adecuadas y con alimento disponible.